Diana Roig Sanz

Los estudios en el campo de las redes sociales y los sistemas mundiales se han nutrido de diferentes puntos de vista (Bourdieu, Latour), pero la mayoría de los análisis sitúan Europa en el centro de los procesos literarios mundiales (Casanova), de modo que el papel de América Latina sigue estando eclipsado. Franco Moretti fue pionero en la lectura cuantitativa y distante dentro de los estudios literarios, y ha tenido varios seguidores (Long y So, Jockers, Piper, Underwood), pero los macrodatos (Meyer y Schroeder), la minería de datos y la tecnología KDD (Borgman) aún no se han aplicado en la redefinición de las redes y la reevaluación de los actores y la influencia en otros contextos como Iberoamérica. Los mediadores culturales han sido fundamentales en la apropiación de la nueva importancia dada a bienes, ideas y conocimientos. Aunque han sido a menudo motor del cambio histórico, a veces se los ha considerado receptores pasivos y, a pesar de la atención creciente hacia otros participantes en la producción y la circulación de textos (editores, traductores), la autoría sigue siendo fundamental para el estudio de la cultura textual. Los estudios sobre traducción y transferencia cultural (Espagne y Werner) han sido testigos de un interés cada vez mayor por el papel de los mediadores en los procesos de interacción intercultural, pero ha habido pocos intentos de conceptualizar los diferentes tipos de mediación y de mediadores y sus papeles plurales y superpuestos en la transferencia (Roig Sanz y Meylaerts). Así pues, esta línea de investigación se centra en todos los temas planteados: redes sociales, transferencia cultural y mediadores culturales.

Utilizar la minería de datos y los macrodatos como apoyo a la investigación convencional no solo ahorra tiempo y esfuerzo, sino que además hace posible tanto una búsqueda y una gestión de la información más exhaustivas como nuevas maneras de presentar y crear documentos históricos. El uso de herramientas digitales nos permite revisar los marcos analíticos, los supuestos y las posiciones teóricas sobre la base de datos nuevos y más numerosos y de modelos y conexiones recién descubiertos. En este sentido, pues, esta línea de investigación busca plantear nuevas preguntas (por ejemplo, ¿fueron los mediadores iberoamericanos impulsores de cambios más allá de su esfera inmediata de influencia?) y facilitar nuevos tipos de investigación. Los métodos digitales también nos permiten formular preguntas concretas sobre las fuentes que de otro modo sería imposible plantear, así como analizar un mayor volumen de datos sobre un tema específico: por ejemplo, cómo las prácticas editoriales revelan cambios en las actitudes sociales. Un marco de humanidades digitales también ofrece nuevas respuestas a temas analizados anteriormente. Por ejemplo, puede cuestionar la visión de la vida cultural pública como predominantemente masculina y puede matizar o cambiar la importancia de un autor en particular en un contexto más amplio y multilingüe.