Esta tecnología se puede aplicar a cualquier industria en la que exista una necesidad de optimización de procesos con el fin de obtener una reducción de costes (monetarios, ambientales, etc.). Ejemplos de áreas en las que se puede implementar: logística, transporte, producción, finanzas, telecomunicaciones, movilidad y ciudades inteligentes (smart cities).
Centrándonos en el ámbito de las ciudades inteligentes, Smart Logistics puede aplicarse a la gestión de la recogida de residuos sólidos urbanos. La tecnología, combinada con diferentes dispositivos de trazabilidad y medición, permite desarrollar un enfoque dinámico de la recogida de residuos. Disponer de información en tiempo real sobre los niveles de reposición de los contenedores se puede utilizar para optimizar la planificación de gestión de residuos y, por tanto, mejorar los tiempos de carga y descarga, con la consiguiente traducción en una reducción de los costes asociados, del impacto ambiental, de los niveles de tráfico, etc.
Otras áreas que se pueden beneficiar de la tecnología, dentro del ámbito de las ciudades inteligentes son: la planificación de la movilidad urbana, la gestión dinámica del tráfico, la planificación del transporte público, las dinámicas en gestión de aparcamientos, etc.