Ana Rodríguez Granell

Arte y cultura durante el franquismo 

La historia del régimen franquista ha sido dividida en diversas etapas sociopolíticas que atienden al menor o mayor grado de autarquía y liberalización económica y a procesos políticos ligados al contexto internacional y nacional acontecidos tras el fin de la IIGM y el triunfo de los Aliados. En relación con estas etapas, la actividad cultural y artística se ha solido contextualizar en función de períodos de mayor aislamiento, durante el primer franquismo (1939-1946), y los de paulatina apertura y renovación a partir del Desarrollismo (1959-1975). Sumado a ello, desde hace décadas, se viene poniendo en crisis no sólo la idea ya clásica de “páramo cultural” de los años de posguerra, abriendo nuevas perspectivas y ampliando la investigación sobre los años cuarenta y primeros cincuenta; también la propia idea de modernidad o modernismo ha sufrido procesos críticos, giros y aperturas considerables en relación no sólo a su íntima relación con fenómenos fascistas y dictatoriales sino en relación a contextos periféricos y lejos de los focos geoestratégicos usuales, planteando modernidades descentralizadas, periféricas o múltiples o incluso alternativas a través de conceptos como lo vernáculo, lo regional, etc.

Analizar la cultura visual emergida durante el régimen, tanto desde los objetos artísticos como desde la cultura popular del cine y otras formas de ocio y consumo, desde la prensa gráfica, la arquitectura, el cuerpo y el género, es interesante en tanto que señala la relevancia de los imaginarios y las mediaciones de la imagen en el proceso de transformación social ligado a los distintos procesos de modernización del franquismo.